✓ Identificar quiénes son nuestros clientes y cuáles son sus necesidades y sus emociones.
✓ Mejorar las relaciones humanas en nuestro trabajo basándonos en el análisis proveedor-cliente.
✓ Identificar qué tipo de emociones genera un cliente y cómo aprender a aceptarlas, comprenderlas, procesarlas y generarlas cuando es necesario.
✓ Aprender a reaccionar ante determinadas situaciones con clientes difíciles.